martes, 14 de agosto de 2012

Relato que me metió en líos III


El ángel estaba en tierras lejanas, y no iba a regresar, se comunicaba cuando podía con sus amigos. En las últimas  cartas le comunicaron que su gran amiga  la anjana se había  cansado del incubo  lo que alegró al ángel, pobre anjana hablaría con ella cuando volvieran  a verse.
La princesa emprendió viajes con su familia y sólo se podía comunicar con el demonio, al cual al parecer había dejado de amar por un tiempo, durante ese viaje y con la bruja.
El ángel estuvo incomunicado durante bastante tiempo. Cierto día recibió una carta de su amiga la anjana, el incubo se había batido en duelo con un amigo suyo y el demonio ayudó al incubo lo que supuso problemas pues terminó batiéndose con otros amigos. El demonio y el incubo   se fueron por su lado y los amigos de la anjana por el suyo. La anjana llego a tierras del ángel y le contó todo lo que sucedió  el duelo. Se intentó comunicar con el incubo, acabó en un  enfado por parte del incubo  probablemente debido a que entendió lo que quiso.  Posteriormente se entero de que la súcubo se había enfadado con él. El incubo era muy victimista y además estaba en fase depresiva  porque nadie caía  a sus pies. La princesa y la duquesa hicieron un viaje juntas como buenas amigas que eran, una noche tras haber bebido… tal vez demasiada hidromiel y vino, la princesa dijo que anhelaba al demonio y la duquesa confesó amor por el incubo. Por lo que al ángel le contaron y dedujo la princesa se ganó la confianza del incubo, por su propio bien, al parecer no estaba bien visto que mientras ella estaba con el demonio, los demás les pidieran  que se guardasen para el privado su amor, Si su amiga la duquesa era cortejado por el incubo, ella podía estar a sus anchas con el demonio, nadie iba a decir nada a las parejas reales.

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