miércoles, 6 de diciembre de 2017

El día en el que una choni me llamó "tonta"

        Cuenta la leyenda que la palabra "choni" para referirnos a esa tribu urbana de barribajeras, ( con piercing en el labio superior, seguramente inferior, bla bla blá, bla bla blá (han pasado ya unos 10 años de esa moda, a Diosito gracias, pero una imagen mental nos podemos hacer todos) fue tomada del hipocorístico de Asunción (que en paz descanse mi difunta abuela, la cual se llamaba así).

Cursando 4º de ESO en mi colegio de toda la vida, cierto día, me hizo llamar- y sin pedir yo audiencia- la choni por antonomasia del curso, la cual había quitado ese mismo curso el puesto a su antecesora. La jerarquía en estos mundos está muy clara, la más mayor, malota y chunga maneja el cotarro. La que me hizo llamar ya había repetido unas cuantas veces y tenía la mayoría de edad, a diferencia de quien ocupaba su puesto con anterioridad, además tenía peor fama, claro.
Inocente de mí fui, evidentemente tenía cierta congoja, a mí me la sudaba su jerarquía, pero sabía de sobra que me podrían putear un poco bastante lo que restaba de curso. 
Creo que es conveniente aclarar que estaba en cuarto de letras y que todos los borregos, desgraciados que no aspiraban a nada en la vida habían acabado ahí para poder sacarse el título porque era "más fácil", no porque sus inquietudes ante la vida se suplieran en esa modalidad. Pocas personas estábamos en esa clase porque nos motivase un bachillerato de "letras". Como somos muy básicos y en esas tribus urbanas son así, se había arrejuntado toda la escoria en torno a esta líder. "Valiente" de mí, tragué saliva y fui a averiguar qué hostias quería. Recuerdo perfectamente que ese día teníamos Educación Física y llevábamos el chándal del uniforme del colegio, también recuerdo que sucedió entre las primeras horas de la mañana.

Cuando llegué frente a la tipa esta me dijo:"Oye, tú eres un poco tonta ¿no?" Mi cara era de sorpresa, cuanto menos y de no haber comprendido bien lo que dijo por lo que continuó: "Lo digo porque no tienes muchos amigos y eso" Mi cara de estupefacción no sé cómo fue, pero se quedó incómoda. Se escuchaban risillas de fondo. Una vez que pude reaccionar fui pitando a mi sitio.

Una vez en zona segura, en mi sitio en la penúltima fila, conté lo sucedido a mi compañera de mesa y amiga de aquel entonces. Su reacción fue similar a la mía, pero no tan exagerada. Juntas estuvimos comentando sarcásticamente que ojalá leer estudios que relacionen la cantidad de amigos con la inteligencia de manera directamente proporcional. "Oh, un nuevo amigo en mi círculo, 5 puntos más de CI". 

Durante el recreo lo comenté con las chicas que formaban parte de mi grupo de amigas en aquel entonces que se encontraban en la modalidad de ciencias, nada que mi compi de mesa y yo no hubiéramos comentado con anterioridad.

Soy una persona que necesita cierta venganza, o esa superioridad moral de saber que "he ganado". A pesar de que tomaba a la queen choni por una estúpida con inteligencia superior a la media a la cual vería tarde o temprano pinchándose en cualquier estación de tren y/o un hijo en camino en unos meses, me sentía ofendida. Si el karma no hace su trabajo, ya lo haré yo. Para que esto sucediera no tuvo que pasar mucho tiempo, sólo llegar a una clase en la que algún profesor nos hiciera leer en voz alta. No sé quién sería el detonante, pero parecía una traca porque se repitió en varias asignaturas con diversos profesores.

Poco después de lo relatado anteriormente, no llegaría a pasar ni una semana, un profesor hizo leer a algunos alumnos en voz alta el libro de texto, los profesores suelen tomar a los que tienen más cerca, es decir, a los de las primeras filas ¿y quién se sentaba en primera fila? ¡Bingo! La queen choni. Comenzó a leer en voz alta y qué sorpresa la mía cuando su fluidez leyendo era superada por alumnos de segundo de primaria, ¡vaya! En este primer caso sólo lo comenté con mi compi de mesa que fue quien se dio cuenta de esto y me empezó a dar codazos para que saliera de mi mundo y volviera a la clase. En otras clases fue pasando algo similar, la tipa está leía en voz alta y parecía que lo leía alguien que acababa de aprender a leer hasta el culmen cuando la tutora, que nos daba historia le echó la bronca por leer así con 18 años que si no le daba vergüenza y poco después la profesora de lengua hizo lo mismo. Toda la clase era consciente de que la queen choni atemorizar y ser la más mala del lugar bien, pero lo de leer de manera fluida en voz alta malo.

Castigo el mío tener que ver su cara cada vez que veo la orla del colegio, porque por su apellido su cara de choni decorada para ser aún más choni se encuentra al lado de la mía debido a nuestros apellidos, pero c'est la vie.







martes, 23 de mayo de 2017

Game Over

Tengo la cabeza tan saturada, vivo tanto al día a día, ignoro tanto el calendario que no me había dado cuenta de que el viernes tendré mi última clase como estudiante de grado universitario. Sí, el año que viene el principio, sigo en la universidad, pero en una etapa completamente distinta.

Ha sido un año complicado, no me voy a engañar. No tenía tanto que hacer en cuanto a clases, pero sí tenía muchas responsabilidades. Sabía que se iba a acabar, pero lo veía lejano, me quedan cuatro horas de clase y aún lo veo lejano. Sigo casi sin creérmelo.

Ha sido duro, de los que más. Demasiados momentos de soledad que he intentado suplir, es aterrador sentirse sola. No siempre me he sentido así, pero muchísimas veces lo he sentido, sí. No es lo mismo tener tu rutina de clase, con tus amigas, que con desconocidos con los que vas a compartir una clase que ni te va ni te viene porque ya tienes la cabeza en otro sitio y más fuera que dentro, pero no tan fuera como te atreves a admitir. Cómo he echado de menos los dramatismos de las más dramáticas que yo que haberlas haylas, siempre quedará el "From the lost to the river" y recurrir a él porque bueno, por lo menos te ríes cuando no puedes más.

Claro que me arrepiento de no haber aprovechado más muchos momentos. Demasiado. Es una lástima no poder volver atrás. No puedo evitar pensar en las infinitas posibilidades que me he perdido. Ya lo he dicho en alguna otra ocasión, que suelo acabar brindando por "lo que puedo haber sido, pero nunca fue" y es terrible, a veces me atormenta. Aunque tengo asumido que mi vida es como he decidido que sea y está bien, muy bien, no me quejo y realmente me considero una persona afortunada, dentro de lo que cabe.

Ahora que acaba todo esto, no sé cómo seguirá. Vale que tengo un año de máster precioso para plantearme el futuro y...¿luego qué? Pensando en metas, logros, objetivos... llevo como una semana y siempre he tenido muy claro que quería ir a la universidad y bueno, ya casi tengo el grado completado y luego máster ¿después? porque algo tendré que hacer. ¿Pero yo quería ir a la universidad por mí misma o porque es lo que en casa siempre me han dicho y metido en la cabeza? Vale ¿y ahora qué? bueno, eso responderá mi yo del futuro, venga, siempre quitándome y huyendo de lo verdaderamente importante, tan madura como siempre.

Pues nada, a seguir divagando, pensando qué será de mí, qué podría hacer, qué conseguiré. Siempre naufragando en dudas, temores, incertidumbre.

martes, 4 de abril de 2017

Tenemos que hablar

No, sé que todo lo que empieza por esas palabras desencadena algo trágico y esto, como de costumbre, no es un excepción.

Hace un año imploraba al cielo un SOS casi a diario, pero me recuperé. De todo se sale.

No me gusta molestarte, pero tenía que hablar contigo, Máster, llevábamos mucho sin hablar.  Sabes que intento ser fuerte, Máster, tú mejor que nadie. Sé que tengo tu apoyo, que confías en que puedo y seguramente pueda, pero a veces no puedo más. Máster, ¿Qué he de hacer? Hay situaciones que me superan, cargas que se acumulan y no soy como tú, Máster. Me duela más o menos soy mortal, efímera y tengo límites. Cuando la desesperación nos supera y no podemos recurrir a lo mundano acudimos a lo divino, Máster, pero sé que te molesta que te eleve tanto. Me disculpo, Máster, pero es un "piropo", ya conoces mis tendencias religiosas y sólo quería que vieras que realmente no pierdo el sentido del humor, Máster.

Me he sentido como en esos tiempos pasados, Máster, otra vez se ha apoderado de mí. Llevo semanas, me atrevería a decir, y va a más, lo he hoy ha sido un gran aviso. No se me van las náuseas, hoy he sentido una gran contracción en el estómago y llevo toda la tarde sintiendo que me arden las entrañas. No quiero volver a eso, Máster, fue una de las peores épocas de mi vida, bien lo sabes, Máster, estabas ahí.

Hace nada tenía ganas de vivir, Máster, pero ya... Hoy se me han quitado las ganas de hacer muchas cosas, ha sido un día duro. Después de haber estado realmente bien duele que un día empieces a recibir palos y más palos, Máster.

No quería mentirte, Máster, ni tampoco ocultarte información. Sí, han vuelto esos sueños en los que es tan fácil caer al vacío, un vacío sin fondo, sin apoyos para evitar la caída, he estado muy arriba, sé que si caigo dolerá y mucho. Vale, tengo que admitirte que hoy también he visto borroso durante minutos y que casi me desmayo, de acuerdo, también me ha faltado el aire y he estado a punto de hiperventirlar, no me pasas una, Máster, sé que te has preocupado.

Tengo que preguntarte: ¿Esto va a ser mi vida ya?¿Preocupaciones que acaban perjudicando mi salud?¿Problemas y más problemas? No sé si quiero esta vida, Máster ¿La merezco? No quiero volver a pensamientos oscuros, sí, los últimos recientes fueron hace un año, Máster, pero no puedo controlar todo lo que hay en mi cabeza, al igual que no puedo controlarlo todo y sabes lo mucho que me molesta, Máster.



Los falsos ateos recurren a Dios en momentos así, pero yo recurro a ti ¿Qué soy? Supongo que tan cobarde como ellos o más. Perdóname mis pecados diarios, Máster.


martes, 21 de marzo de 2017

Mis lugares secretos: El palacio


Es grande y tiene un sinfín de habitaciones muy amplias, pero no frecuento todas. En su mayoría es blanco, parece de mármol, se pueden apreciar detalles dorados. Tiene un larguísimo pasillo y a cada lado enormes ventanales de arco por los que puedes ver el cielo azul y las nubes blancas, pero sobre todo las nubes. A veces se pueden apreciar los rayos de sol. Desde la biblioteca también se pueden ven, y creo que mejor, el pasillo es para contemplar las nubes y la biblioteca para leer aprovechando los rayos de sol. Es una biblioteca estupenda, no es pequeña, pero de extensión tampoco muy grande, pero si es alta, muy alta ya que tiene al menos cuatro metros de altura. Dentro puedes ver las estanterías llenas de libros, la mayoría de encuadernación en cuero y hojas muy amarillas, aunque bastante bien cuidados. He leído la mayoría y prometo que leeré todos. También hay una vieja butaca de cuero marrón, es donde me pongo a leer. Me entra la luz por cada ventana que están a diestra y siniestra de la butaca. Detrás siguen los libros y una escalera de madera que me permite trepar para buscar títulos. Pero soy un desastre, hay montones de libros el suelo,  también al lado izquierdo de la butaca y casi tapando una mola del mundo la cual es muy antigua, tiene hasta un dragón dibujado y tiene dibujada La Atlántida.

Me gustan los atardeceres, pero nunca he visto ninguno desde dentro. Sólo he ido de día. Tengo una teoría y un miedo. Cuando cruzo por el pasillo para ir a la biblioteca y veo a uno de los autómatas que lo custodian corro, siempre me ha gustado correr por los pasillos, pero aquí es por supervivencia, sé que no me van a hacer nada, están programados para una función ¿pero cuando se acerca la noche? Temo que me van a hacer algo. En la biblioteca pueden entrar, pero no si yo estoy dentro. He intentado ver cómo caía la noche desde dentro, pero cuando empiezan a entrar rayos de luz anaranjados me invade el sueño y me duermo. Al despertar están los nuevos rayos de sol que comienzan el nuevo día. he intentando un incontable número de veces vencer a Morfeo, pero lo doy por imposible. Sólo me queda leer y estar a salvo en mi lugar secreto.

domingo, 19 de marzo de 2017

Adiós a otro de mis demonios

No quiero volver a tener con nadie la complicidad que tenía contigo si el precio a pagar es una tercera parte de lo que me supuso.

Te conocía tanto que asustaba. A veces gracioso, a veces siniestro que con un simple gesto pudiéramos comunicar tanto.

Que no se me malinterprete, me parece algo maravilloso llegar a tener esa conexión con alguien, y muy bonito, pero si es una relación sana. Y sana digo porque de ser algo sano e inocente acabó en una vorágine casi enfermiza.

También me conocías mucho, nos conocíamos a veces demasiado, pero creo que no tanto tú a mí. Realmente espero que yo tanto no a ti.

Y sí, realmente quería librarme de ti de una vez y cualquier excusa me valía. Cualquier nimiedad, ya me daba igual sólo quería que desaparecieras. Sabes de sobra que me aconsejaron que cortara de raíz, que no me merecía la pena, yo pensaba que sí y bueno... Aguanté muchísimo y deberías saberlo si no lo sabes ya. Por fin tuve valor o hartura para mandarte a tomar viento porque el amor propio y no dejarse pisotear y menospreciar va antes, me llevó unos cuantos años, pero lo hice. ¡Lo hice y lloré de la emoción!

Claro que miro fotos con cierta nostalgia y hoy día nos hablamos, pero ya no es lo mismo ni lo será y eso me gusta.

sábado, 11 de marzo de 2017

El Elixir

          El tiempo "El tiempo todo lo cura". Yo necesita madurar y ya lo creo que lo he hecho en este último año, durante un gran intervalo de tiempo (al menos eso es lo que me han dicho). Era necesario.

Desconozco si fue autoengaño, exceso de idealización -porque no lo vamos a negar, había una idealización, casi idolatración- inexperiencia, dejarse llevar, comodidad o qué, pero me sentía o creía sentir bien, muy bien, realmente bien y no me planteaba más allá.

Ahora lo veo de otra manera, ya sabía que estaba casi atrapada en una rutina, una rutina que en muchas ocasiones odiaba pero qué iba a decir. No creo ni que haga falta recordar esos interminables y cada vez más frecuentes silencios que premonizaban un fin. Lo sabías desde hacía tiempo, yo también, sabes que soy cobarde y te agradezco haber dado ese paso. Antes tenía muchas preguntas, ya sabes que me mata la curiosidad, pero no quería preguntar porque estaba destrozada y no quería morir más, y ni sabía la que se me venía encima.

Porque no fuiste sólo tú. Fue lo que se detonó, a pesar de esa "libertad" que me prometiste y que te negué que iba a tener, pero que sí tuve y ahora tengo el valor de confesar. Sí, a pesar de todo me sentía libre y fue grandioso.

Prometo que es la última vez que lloro por esto, pues considero que lo he superado, pero entiende que me da pena verme -mirando atrás- atrapada en esa espiral que cada vez constringía más y que cuando por fin estaba fuera, me vi llena de heridas muy profundas y que dolían, por supuesto que dolían, no veas lo que dolían.

No sólo me han quedado esas heridas, no, no, no, ¡NO! Tenías mucha influencia sobre mí y se me han quedado marcadas actitudes que tenías y no te odio como dijiste que lo haría, lo que odio es eso que era tuyo y has dejado en mí. No todo, pero sí el cómo me tratabas, evidentemente no siempre, pero algunas actitudes hacia los demás: el elitismo y clasismo, sobre todo eso y los desprecios, un gran número de veces consecuentes de ello. Ahora soy así, yo no era así, era más humor que tomármelo en serio, como a veces peco de ello ahora. Mi soberbia con esos impulsores crean algo terrible. Me ha parecido terrible tener gestos que veía que rean reflejos de ti.

Te pido que no machaques a nadie como yo me sentía machacada. Que no te teman, que no se sientan con la obligación de o cumplir ciertas expectativas. No sé si se puede explicar o justificar con el contexto,

Has sido profeta, pero no completa. Te reconozco la libertad, pero no te voy a odiar a ti como persona, creo que no lo he hecho y sabes que no es algo que se me dé especialmente bien y de todas formas no quiero, eso es lo fácil, cómodo, habitual? Has sido alguien con quien he aprendido mucho y a quien he querido muchísimo, no te mereces mi odio. Realmente quiero que te vaya bien y así lo deseo, lo digo de corazón.

No espero respuesta de ningún tipo, aunque tampoco creo que lo llegues a leer. No te voy a decir un "te perdono", no creo que haya nada que perdonar (Y si me pones un apodo la puta niña caprichosa va a querer saberlo, la curiosité c'est la curiosité). Te agradezco lo bueno y deseo que seas feliz.

martes, 7 de marzo de 2017

Nada es al azar.

     Desde el profesor que dice: "un ejemplo elegido cuidadosamente al azar" que no es al azar y que ha copiado a otro profesor hasta cualquier actividad fática está elegida cuidadosamente al azar.

Una persona que pueda parecer a priori impulsiva, cavila sus decisiones, ya lo creo que lo hace. ¿Creéis que esa reduplicación del "lo" es un descuido? No, está por algo. No hacemos por hacer, no dejamos nuestro sino camino de la incertidumbre, hay una razón, la hay.

Que qué quiero decir con esto... Que está en tu cabeza que todo tiene una intención siempre hay "algo". Una intención comunicativa, una espera de una respuesta por parte de otro interlocutor, un quiero esto por esto y esto pero porque hay una razón detrás.

Me estoy desviando de lo que quería decir y evidentemente hay una razón. Y claro que existen los descuidos, las sin ganas pero hacemos las cosas por una finalidad.

Quería hablar de mi tatuaje y no irme por las ramas que lo hago mucho, me gusta irme por ls ramas y odiar (a ratos) los árboles generativistas. Menuda manera de hilar...
Lo que realmente quiero hacer es describirlo. Esa frase que se repite una y otra y otra vez que estaba escrita en un triángulo, claro, y sobre una pieza de puzzle, que por qué una pieza de puzzle pues por lo que dice esa frase, por esa saga de películas y lo que me ayudó/desayudó y todo lo que ha supuesto para mí. Por un libro de un escritor francés muy peculiar. Por encajar? JAJAJA no quiero volver a temas antiguos.

Más que una pieza de puzzle, a veces puedo pensar que es una cruz (volvemos al libro, por qué querré recuperar ese libro que por qué...)una cruz porque quizá ya me haya dado cuenta de lo malévolo que es el mundo y que nos depara algo terrible que me asusta demasiado, tanto que a veces no puedo soportar. 

Muy puntilloso, mucha exigencia, pero "descuidos" porque la perfección no existe ¿no?

Seguramente lo escrito no tenga mucho sentido porque sólo lo he pensando y no lo he plasmado y ya sabemos que no corrijo ni leo lo que he puesto antes de publicarlo y es muy posible que haya omitido algo que he pensado ¿descuido o azar?

No sé si realmente quiero pensar en ello, la noche que hice el diseño original y no al que me he visto obligada por problemas de espacio, estaba mal qué digo mal, me sentía la persona más miserable del mundo, no creo haber estado tan mal nunca y de verdad espero no volver  a estarlo y creo que hacer ese dibujo fue lo único que me pudo distraer de lo que estaba pasando. Fue muy doloroso y quería llorar y pasarlo mal al hacerlo Y me dolió, bastante, no lo suficiente para llorar, vaya, pero fue un gran dolor. No puedo explicar bien el porqué, pero necesitaba el dolor, quizá para romper con todo eso de una manera definitiva.